Archivo vivo

Entrevista previa a la presentación del montaje

Trascender con la escritura. 

Isabel Yáñez


La escritura no comienza frente a una página, sino cuando reconocemos la necesidad de elaborar y nos sentimos atravesadas por ella, porque necesitamos fijar de alguna forma lo que ha cobrado cuerpo fuera de nosotras mismas.

Alejandra Eme Vázquez.


Exploramos el mundo. Lo caminamos descubriendo sus recovecos y sus destellos. Nos enfrentamos a su inmensidad y por lo tanto a su indefinición. Pero caminamos y con la distancia recorrida aparecen nuevos trazos de él, develamos rincones, intimidades, secretos. A veces usamos lupa porque es en la esquina, en la cueva, en la grieta en donde se contruye mundo, en donde se contruye la vida.


Archivo vivo de Laboratorio de Artistas Sostenibles (L.A.S), es un recorrido escénico en el que catorce adultas mayores recopilan y restituyen sus vivencias y afectos en torno a la conquista del derecho a la educación. Situadas en la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco, sede Agua Azul, es a través de acciones y objetos personales que encaran a la “historia oficial”, aquella que las obligaba a habitar el margen y las excluía de los espacios centrales. Es a partir de la escritura de sus recuerdos, la recopilación de sus objetos y la rearticulación de su sensibilidad que toman el espacio público, en este caso la bilioteca que por mucho tiempo fue el único lugar poseedor del conocimiento y la verdad y al que  las mujeres tenían un acceso restringido. 

A este proyecto de sitio específico lo antecede el taller Arquelogía de la memoria, que Laura Uribe y Sabina Aldana diseñaron para el Sistema Universitario del Adulto Mayor (SUAM), constituido por sesenta adult_s mayores. El objetivo del taller era escuchar las voces de sus integrantes y conformar archivo, escribir como acto de resistencia. 


Escribir no sólo significa registro verbal o físico sino también es reconocimiento y autodefinición.  

La escritura se sustenta de los referentes y acontecimientos que recolectamos con el paso del tiempo, nuestro cuerpo —¿será que sólo tenemos uno?— experimenta el mundo a través de sus condiciones sensoriales. Precisamente porque conocemos el entorno es que tenemos agencia para transformarlo y habitarlo pero sobre todo, para distinguir y fijar. El cuerpo actúa en una condición de desdoblamiento que permite recibir pero también producir. 

En Archivo vivo observamos como estos cuerpos valientes producen sus propias narrativas, no las impuestas ni las dadas. Sino que a través de los objetos que hoy las constituyen, y que también son registro de ese andar cotidiano, se posicionan en su entorno inmediato, bajo sus propias condiciones, actividades y adjetivos que eligieron para nombrarse. 


La acción de Bertha Alicia es pasar a máquina de escribir una carta que se hizo para ella misma:

Nacida en los años 1900 cuando la mujer

no tenía la oportunidad de estudiar

lograste estudiar una carrera técnica y trabajar.

[…]

fue entonces que decidiste volver a pensar en ti.


Cada mujer del elenco tiene su acción: María Elena se coloca la bata de médico y toma los signos vitales de l_s participantes, mientras que Rosa Elena escucha a Agustín Lara en su fonógrafo y evoca los momentos con su padre. Las acciones ocurren simultáneamente, lo que hace imposible conocerlas en su totalidad. El tiempo es limitado y la oferta amplia. Pero es al estar reunidas que estas historias imponen reconocer la posición en la que los aparatos gubernamentales y familiares han acorralado al cuerpo de las mujeres. La imposibilidad, la censura y el castigo son estrategias para condicionar la vida. 

¿Cuáles son nuestras herramientas para alcanzar la liberación?


Posterior al recorrido por las instalaciones de la biblioteca y los archivos de cada mujer, empieza el cierre. A la sala principal de lectura de la biblioteca la adorna su cúpula con el Parnaso Jalisciense del artista Gabriel Flores, en el que trece poetas de forma impetuosa y monumental protegen el espacio. Como si fueran dignos guardianes del conocimiento nos miran desde arriba, parecería que estamos doblegad_s a sus pies. 

Después de que los archivos de cada mujer han sido resguardados viene la acción en conjunto. Laura intercambia miradas con todas y da la señal. Las catorce mujeres más el equipo de L.A.S, empujan al centro las mesas que conformaban la instalación, transformando el espacio y rebozándolo de vitalidad, a través de la interrupción sonora: mesas arrebatadas con fuerza precisa, ondas sonoras capaces de agrietar las capas de pintura y las ficciones vacías del parnaso. De trascender el silencio deviene el trascender la forma. Las catorece mujeres emulan las poses de los hombres retratados en el mito de modernidad para cuestionarlo y apoderarse de esa grandeza, de ese foco y ese lugar de atención. Y a partir de ese instante, la cúpula se cae en pedazos metafóricamente, el mito de un país moderno se desbarata ante nosotr_s y las mujeres se posicionan firmes entre las ruinas. 


Rosa Elena rompe la formación para acercarse a su lugar incial. Toma una manta, regresa con sus compañeras y juntas la extienden sobre la tarima hecha de mesas, con letras moradas y gruesas se lee: Nunca sabes que fuerte eres hasta que ser fuerte es la única opción que te queda. La intución de lucha y de comunidad se asevera con esta acción. El mito del progreso mexicano arrasó con la individualidad y los cuerpos de miles de mujeres. Lo sigue haciendo, día con día, en el riesgo y la alerta, en el aviso de la muerte violenta, en el despojo de la identidad y la presencia. 

En el momento de los agradecimientos, la fiesta y la alegría saturan nuestras reacciones. Cada mujer tiene su momento de aplausos, se les nombra y se les reconoce. 


En un instante oportuno, Rosa Elena se acerca a mí. Conmovida me agradece por venir a verla, por ser sensible. Yo le agradezco por seguir siendo sensible. Nos tomamos de las manos y me regala esta encomienda: 

A seguir escribiendo.

Archivo vivo significa una oportunidad de romper con todas esas cargas, de mirar el camino andado y ver a las otras, las miles de otras que también llevan heridas en el cuerpo. La escritura, la comunidad y la fortaleza son maneras de enunciarnos. Tu encomienda, Rosa Elena, la llevo anclada a mi corazón. Este fuego compartido no podrá apagarlo nadie, porque lleva años ardiendo con fuerza y ternura, porque es capaz de perforar las cúpulas que nos contienen, de trascenderlo todo. 


Archivo vivo

Con y a partir de Tere Durán, María Elia González Hurtado, Rosario Garibay, Irma Soriano, Aurora Navarro González, Rosa Elena Sánchez Pelayo, María Magdalena Sandoval Carmona, Leticia Ventura Santiago, Angelina Briones Orozco, Blanca Lilia Cavazos, Bertha Alicia Gómez Sánchez, María Guadalupe Medrano Maldonado y Lourdes Dodge

Dramaturgia: Laura Uribe (a partir de testimonios de las integrantes del elenco) 

Dirección escénica: Laura Uribe 

Dirección de arte, diseño de dispositivo escénico, iluminación y vestuario: Sabina Aldana Asistente de dirección: Karla Flores 

Producción: Obra realizada en el marco del proyecto “ESPACIOS REVELADOS/CHANGING PLACES GUADALAJARA” 

Producido por Fundación Siemens Stiftung, el Goethe-Institut Mexiko y la Secretaría de Cultura de Jalisco.

16  de noviembre 

Biblioteca Pública del Estado, sede Agua Azul

21:00 horas.

Duración 70 minutos


Fotografías de Danaé Kotsiras y Raúl Kigra