Bravas muchachas

La historia también es nuestra 

Entrevista previa a la presentación del montaje

Bravura teatral desde la digna rabia

Shann “la prieta” Islas 


“Arroz con leche yo ya encontré, a una manada que quiere soñar. Que utiliza el teatro para luchar, en busca de sus sueños y más libertad”. 

Caminar juntas desafía los preceptos de la mujer en la vida social. Crear juntas desafía el papel de la mujer en el teatro. Bravas muchachas, la historia también es nuestra, de la Colectiva Corriendo con lobas, da a conocer las experiencias y batallas de las primeras mujeres en México en ocupar puestos de representación popular: Rosa Torre González, como regidora y Elvia Carrillo Puerto, Raquel Dzib Cicero y Beatriz Peniche Barrera, como diputadas. Todas ellas yucatecas. 


La propuesta busca un espacio de reflexión individual y colectiva sobre el papel de la mujer en el espacio público y la participación política. Al ingresar al parque Agua Azul, donde tuvo lugar la función en el marco de la 43 Muestra Nacional de Teatro, era visible un círculo conformado por las actrices Miriam Chi Chim, Alex Benavides, Gelisle González y Hada Mariel Cortinas. En ese momento la bifrontalidad, como la define Morris Savariego, fue evidente, ya que en ese círculo formaban parte también la regidora Rosa Torre González y las diputadas Elvia Carrillo Puerto, Raquel Dzib Cicero y Beatriz Peniche Barrera. Tomadas de las manos compartían miradas y sonrisas. Iniciar desde la complicidad entre ellas y con nosotras como espectadoras de ese acto de comunión, fue un acertado punto de partida. A pesar de que momentos más tarde, durante el recorrido, a causa de la numerosa audiencia y la lluvia, entre otros factores dificultaron la isóptica y movilidad, se logró mantener la atención y participación activa de la audiencia. 

El juego se presentó como territorio de libertad. Cuando una sociedad está determinada por machismos que perpetúan la violencia contra l_s cuerp_s y las conductas de las mujeres, lo que nos toca es emplear los espacios para despertar lo posible. Aquí, lo lúdico es un elemento que acompaña a las bravas, con el fin de crear vínculos con otras mujeres. La participación del público femenino toma relevancia en varias ocasiones, por ejemplo, cuando Elvia Carrillo Puerto (Alex Benavides) preguntó si alguien quería saltar la cuerda o cuando Beatriz Peniche Barrera (Hada Cortinas) invitó a jugar chácara, incluso cuando Rosa Torre González (Miriam Chi Chim) llevó al centro de la escena a una joven de la audiencia para implicarla en una situación representada, se pudieron observar distintos acercamientos con el público. Es vital recordar como creadoras, que toda participación debe ser voluntaria, para evitar incomodar. Es tarea de todas propiciar espacios seguros, que nos generen la confianza para querer formar parte del hecho escénico. 


La participación funcionó aquí como estrategia para contrastar con el presente la época en que vivieron las protagonistas, la primera mitad del siglo XX. Esta dinámica propuso un diálogo sobre las circunstancias actuales de las mujeres yucatecas y mexicanas. Por ejemplo cuando Rosa Torre González (Miriam Chi Chim) preguntó a las mujeres del público si se les prohibió usar pantalón y se les impuso falda en el uniforme escolar. Las respuestas fueron afirmativas, a pesar de las diferencias generacionales. Nombrar a Rita Cetina Gutiérrez —maestra, poeta y feminista— como centro del desarrollo político y cultural de las protagonistas enfatizó una ética de apoyo mutuo e interdependencia, basada en generar conocimiento compartido, especialmente en la apropiación del espacio público y las manifestaciones políticas.


Los expedientes, actas, cartas, entrevistas, manifestaciones de personalidades conocidas, fotografías y otros testimonios, según Peter Weiss, constituyen la base de la representación documental. Durante el recorrido escénico sobresalió el momento en el que se compartió con las mujeres del público el folleto de regulación de natalidad: La nueva brújula del hogar (medios seguros y científicos para evitar la concepción) realizado y editado por Cindy Santos Ramayo. Esto respondió al paralelismo entre las primeras décadas del Siglo XX y el presente, planteado desde el inicio del recorrido. El acto de repartir el documento rompió el marco temporal de la anécdota para trascender a una realidad que de manera paulatina consolida y expande los derechos en el ámbito de la sexualidad y la salud reproductiva. Es relevante e incluso necesario tener en nuestras manos La nueva brújula del hogar y compartirla con aquellas adolescentes que puedan necesitar esa información, para que sepan que tienen otros futuros posibles, basados en la toma de decisiones sobre sus efectos, dudas e inquietudes relacionadas con la sexualidad, pero sobre todo que son ellas quienes deciden siempre sobre sus cuerpas. Crear un documento que va más allá de la escena denota el compromiso social de la colectiva ante la problemática que abordan a través del espacio ficcional. 


Celebro y cuido desde la crítica teatral la práctica de creación de la colectiva Corriendo con lobas, porque creo en los teatros posibles, donde cabemos todas. El recorrido escénico de las Bravas es poderoso, no sólo como un hecho aislado, sino dentro del contexto de nuestro país. En Yucatán, en los últimos doce meses, el 19 por ciento de las mujeres de 15 años en adelante fueron víctimas de violencia sexual, el 15.7 por ciento de violencia psicológica y el 4.1 por ciento física en el entorno escolar. En Guadalajara el 71.9 por ciento de las mujeres de 15 años o más experimentaron algún tipo de violencia: psicológica, física, sexual, económica o patrimonial. 

“¡Es urgente como mujeres alzar la voz desde nuestra trinchera que es el arte teatral!” Dice Tania González Jordán profesora del CUT y es que, si bien el teatro en México parece un lugar seguro, somos nosotras quienes, desde la escena, la escritura y los cuidados mutuos, generamos estos espacios. Esto provoca en muchos la incomodad que presupone nuestra presencia femenina, joven y con ganas de vivir. Abrimos los caminos para nosotras, pero también para las otras. En ese sentido considero necesario mencionar que Bravas muchachas ha recorrido instituciones académicas en Mérida, Yucatán, dónde varios grupos escolares conformados por más de 40 adolescentes han podido conocer sus históricas ancestras. 


Caminamos en el espacio público como un acto de protesta por aquellas a quienes se les negó habitar el mundo en plenitud. Sacamos el teatro del teatro para mostrarnos vivas. Develamos lo privado al público porque en nuestra vulnerabilidad radica nuestra fortaleza. Y es que, si algo nos enseñaron Cindy Santos Ramayo, Rosa Torre González, Miriam Chi Chim, Elvia Carrillo Puerto, Liliana Hesant, Raquel Dzib Cicero, Hada Mariel Cortinas, Beatriz Peniche Barrera, Sol Ochoa, Alex Benavides, y Gelisle González, es que la amistad entre mujeres es peligrosa, porque juntas formulamos, a veces sin saberlo, prácticas colectivas liberadoras, que penetran en los sistemas que históricamente nos han borrado y que aún hoy día nos apachurran el corazón. Agradezco a Lupita Gómez, Meztli Alanís e Isabel Yáñez, por el esfuerzo de escribir en colectividad. No romantizar los procesos colectivos es necesario. Atesoro los espacios de intercambio y reflexión desde nuestras identidades: acá también van ustedes, nosotras, todas. 

¡Que la bravura sea colectiva, que nos mantenga vivas, siempre vivas!



Muestra Nacional de Teatro 43

Obra: Bravas Muchachas. La historia también es nuestra.

Dramaturgia: Sol Ochoa

Dirección: Liliana Hesant

Con Miriam Chi Chim, Alex Benavides, Gelisle González y Hada Mariel Cortinas

Información y edición en la nueva brújula del hogar: Cindy Santos Ramayo

Colectiva: Corriendo con lobas. Experiencia escénica

Asistencia técnica: Sol Ochoa

Fecha: 10 de noviembre del 2023

Función: 16:00 horas

Recinto: Parque Agua Azul


Fotografías de Raúl Kigra y Enrique Gorostieta