Variaciones sobre el café 

Entrevista previa a la presentación del montaje

Epístola capilar

Luis Javier Maciel Paniagua


Al pensarte ligada a un quintal de café, Mariana Blanco, en ese instante en el que tu cabello entrelazado con el de otras mujeres detiene la gravedad, un recuerdo aparece: mi papá y yo frente al espejo, mientras presto atención al sonido del atomizador, a su brisa, al masaje de unas manos de gel sobre mi cráneo y al peine que abre un libro castaño sobre mí.


Como en tu caso, mi pelo también forma una trenza que enlaza mi presente con mi infancia pero, a diferencia de ti, nunca fue una herida, un distanciamiento o un no pertenecer a mi familia. Por el contrario, coronó mi identidad: un peinado igual al de papá y unos rizos como los de mamá daban testimonio certero de mi origen y del amor que desde entonces recibía.

Sí, entre tu cabello y el mío, entre tu historia de vida y la mía, siempre habrá una crencha. Y en tu obra, Variaciones sobre el café, las mujeres de Pluma Hidalgo que nos presentas es probable que no coincidirán con ninguna de nuestras dos posturas. No obstante, cada alma soporta sus propias penas y en tu crizneja, en tu dolor, podemos sentir el nuestro.


Por ello, para mí, quien te entrevistó y vio el documental que realizaste en esta comunidad dedicada al café, el hilo conductor de las cinco piezas del montaje es la búsqueda de empatía con otras mujeres, que llega a su clímax a partir del cabello como signo. Pero no considero que la obra, por sí misma, lo haga evidente y podría aparentar una falta de relación entre elementos.

En la pieza uno, a manera de bienvenida, colocas mesas en el escenario donde podemos tocar, pesar y oler bolsas con granos de café pluma, contados uno por uno por ti y leer tus reflexiones estampadas en ellas: una búsqueda de entender, desde tu cuerpo y con muchas frustraciones, a las mujeres seleccionadoras de café. Recuerdo una luz general y un audio que reproduce instrucciones de tu directora, Alicia Laguna.


Durante la pieza dos, ya sin mesas, arrastras un quintal de café y lo desparramas del fondo al frente del escenario. Los granos percuten nuestros tímpanos y crujen mientras son pisoteados. Te desvaneces múltiples veces sobre el café que sale disparado con el peso de tu cuerpo hacia los rincones, mientras escuchamos qué es el miedo para las mujeres de Pluma Hidalgo. Voces que se enciman y crecen como tormenta. En la parte trasera del teatro, se proyectan escenas de las mujeres de la comunidad en sus casas y contextos, intervenidas con otro video de granos de café sobre una mesa, a manera de marca de agua.


En la pieza tres dibujas al frente del escenario un círculo de tiza que encierra cafeteras italianas de distintos tamaños dispuestas boca abajo. Te pones tacones rojos. Con ellos recorres el perímetro y, con pisadas que suenan a metal, haces una caminata cual número de equilibrio sobre las cafeteras. La iluminación está dirigida hacia ti dentro de esa circunferencia de instrumentos de consumo de café. En audio, las mujeres de Pluma Hidalgo conversan brevemente sobre los tacones en su contexto.

Para la pieza cuatro colocas una silla al centro del escenario y en ella nos cuentas tu relación con tu cabello desde la infancia: escaso en comparación con el de tu hermana y tu mamá; trenzado como estrategia de volumen; y vulnerable, como el de tu hija. Admites que en Pluma Hidalgo no tienen una herida a raíz de su pelo, pero escuchamos previamente a las mujeres confesar que tienen miedos también, como tú durante esa compleja relación con tu cabello.

Al final, en la pieza cinco, Nico Sandoval prepara tu cabello para una suspensión capilar: una trenza ajustada, húmeda y bien centrada. Descubres tu piel y te sujetas a una vara que tiene como contrapeso un quintal de café. La iluminación se concentra en este conjunto. Te elevas, junto al café, mientras suena La Noche, de Jaramar. Desciendes y entonces el oscuro final.


¿Sabes? En la Muestra Crítica conversamos sobre lo que nos dijiste, que la obra es un proyecto en constante evolución. Al respecto, consideramos, como una posibilidad, entrelazar algunos textos del documental y de las bolsas de café con la dramaturgia del montaje, para conseguir un entendimiento masivo. Aunque también podría comunicarse al público, en el programa de mano y en otros formatos, que Variaciones sobre el café puede interpretarse como parte de una trenza, la cual también se conforma por otros materiales audiovisuales.

Por otra parte, coincidimos contigo, el tamaño del teatro sí influyó negativamente en la función, ya que tu voz no lograba proyectarse a los asientos lejanos y algunas personas de nuestro grupo no escucharon la mayor parte de la cuarta pieza, relacionada con el cabello. En consecuencia, a nivel logístico, la Muestra Nacional de Teatro deberá atender con mayor cuidado estos asuntos.

Mariana, gracias por leerme. Me despido contemplando un potencial escenario: que otras personas que aman el arte y la cultura en comunidades, a partir de tu ejemplo, se decidan a crear sus propios dispositivos escénicos. ¿Cómo podrían hacerlo de manera ética, segura y respetuosa? Pienso que estas respuestas, transmitidas correctamente, pueden trenzar el presente del teatro con su futuro.

Siempre con cariño.



Luis Javier Maciel Paniagua.

Variaciones sobre el café

Dramaturgia: Mariana Blanco y Alicia Laguna

Dirección: Alicia Laguna

Cocreadoras de Pluma Hidalgo, Oaxaca: Rosario Esteban, Catalina Merino, Francisca Hernández, Lidia Hernández, Griselda Ramos, Cecilia Santos, Betty Pérez, Alma Arrellanes, Isabel Santos y Serafina Pérez.

Mermejita / Bordes Escénicos

Performers: Mariana Blanco y Nicolás Sandoval

Composición musical: Juan Yanajara y Jesús Cuevas

Luces: Martín Belotti

Piezas audiovisuales: Marina España y Carolina Dagach.

43 Muestra Nacional de Teatro en Jalisco

Teatro Alarife Martín Casillas

Función público general y MNT

12 de noviembre, 18:30 horas


Fotografías de Danaé Kotsiras y Enrique Gorostieta